Antes de la tormenta/Capítulo 13

“	Hablas de ella como si todavía estuviera viva. ¿Por qué no la dejas descansar con el Clan Estelar? Sé que era especial para ti, pero recuerda [...]: «Emplea tu energía en el presente. Deja de preocuparte por el pasado.»	„
—Carbonilla a Corazón de Fuego sobre Jaspeada en Antes de la tormenta, página 166

Antes de la tormenta
Información general
Capítulo:	13 (de 30)
Páginas:	157-167
Punto de vista:	Corazón de Fuego
Cronología
Precedido por:	Capítulo 12
Sucedido por:	Capítulo 14

El siguiente artículo contiene información detallada del capítulo 13 de Antes de la tormenta. Si estás buscando un resumen más corto del libro, por favor mira la cronología.

Resumen del capítulo

PdV de Corazón de Fuego

Nuevamente, Ceniciento pregunta si Nimbo está bien. Sabiendo que no podrá ocultar por mucho lo sucedido, Corazón de Fuego le confiesa al aprendiz que cree que Nimbo ha abandonado el clan. Ceniciento, afligido, comenta que su compañero les habría avisado algo; y añade que nunca creyó que Nimbo se quedaría "allí" para siempre. Viento Veloz se entromete, preguntando a qué se están refiriendo. Corazón de Fuego, terminando los secretos, envía a Ceniciento a continuar comiendo, y le dice que ya puede contarle a Cebrado la verdad: Nimbo regresó a vivir como un minino doméstico. Con tristeza, el aprendiz gris moteado comenta que va a echar a su amigo de menos, y regresa con Cebrado.

Volviéndose hacia el lugarteniente, Viento Veloz vuelve a preguntar a dónde fue Nimbo, y el gato rojizo le explica, con mucho pesar, que su aprendiz decidió regresar con los Dos Patas. No cuenta que Nimbo fue llevado contra su voluntad, porque de todos modos el aprendiz se estuvo alimentando por un tiempo con la comida de los Dos Patas, y pronto el clan entero sabría esto. Del otro lado del claro, Cebrado escucha lo que le comunica Ceniciento muy atentamente, y luego comienza a esparcir maliciosamente la noticia por el campamento, contándole todo a Rabo Largo y a Orejitas, quienes a su vez van contando todo a los demás. Corazón de Fuego sabe que Cebrado quiere hacer correr la noticia de que Nimbo volvió a su vida doméstica sólo porque es su aprendiz y sobre todo, su pariente.

Indignada, Tormenta de Arena le pregunta si no piensa hacer nada, y el lugarteniente le responde que no puede combatir la verdad. La guerrera clara le dice que al menos, vaya a contarle lo que realmente sucedió a Estrella Azul, pero Viento Veloz murmura que ya es demasiado tarde: al levantar la vista, los tres ven cómo Cebrado se encamina de forma indiferente y egoísta hacia la guarida de la líder. Corazón de Fuego se frustra, ya que Estrella Azul estaba cómoda por una vez y él mismo no quiso molestarla con anterioridad; pero se dice a sí mismo que la mayor parte de su enojo está dirigida a Nimbo, por sus actos insolentes.

Paralizado de incomodidad, el joven rojizo se queda sin terminar su comida, devolviendo gestos o miradas a los gatos que se le cruzan conforme el rumor se esparce y se van enterando de la causa de la desaparición de Nimbo. Viento Veloz le hace notar al lugarteniente que Cebrado se acerca a él, saliendo de la guarida de la líder. Sin ocultar su expresión de satisfacción presuntuosa, el atigrado oscuro informa a Corazón de Fuego que Estrella Azul quiere verlo.

Corazón de Fuego accede, resignado por la actitud del guerrero y nervioso por que la líder considere la deserción de Nimbo como otro acto de traición, uno que podría hacerla pensar que él mismo, por ende, también puede traicionarla. Temeroso, espera que la noticia no influya más en los prejuicios que caen sobre él por haber sido un gato doméstico. Tormenta Blanca y Estrella Azul lo esperan dentro de la guarida, y mientras entra, Corazón de Fuego intenta no delatar su preocupación. Para su sorpresa, Estrella Azul reacciona con humor, adivinando por qué la había visitado su lugarteniente hace unos momentos. La gata comenta, divertida, que sólo recibe algo de comer por parte de Corazón de Fuego si éste cree que ella se está muriendo. Con un ronroneo, Estrella Azul dice que de ese modo, creyó que por el clan andaba circulando alguna noticia sobre que ella estaba a punto de morir.

El joven rojizo le aclara que no quería disgustarla al verla tan tranquila. Más seria y comprensiva, la gata le dice a Corazón de Fuego que aún así, ella sigue siendo su líder y necesita saber lo que ocurre en el clan. Luego plantea sobre lo que le contó Cebrado, y le pregunta a su lugarteniente si ya sabía de antes que existía una posibilidad de que Nimbo se fuera a vivir con los Dos Patas. El joven responde que descubrió justo el día anterior cómo su sobrino era alimentado por los Dos Patas. Estrella Azul supone que Corazón de Fuego, como de costumbre, quiso solucionar todo por su cuenta, y le explica a su lugarteniente que no puede cambiar lo que siente el corazón de otro gato. La líder afirma que si Nimbo deseaba vivir con los Dos Patas, entonces nadie era capaz de cambiarlo.

Corazón de Fuego explica que el asunto es más complicado, ya que los Dos Patas se llevaron a Nimbo contra su voluntad. Estrella Azul, aunque sorprendida, le retruca que de todos modos, el aprendiz ya venía aceptando comida de los de los Dos Patas desde hace un tiempo. El lugarteniente, sin saber si pretende defender la reputación de su sobrino o la de sí mismo, murmura que Nimbo aún es joven, y que parecía no comprender hasta qué punto estaba quebrantando el código guerrero cuando él lo encaró el día anterior. Agrega que el aprendiz parecía seguir considerándose un gato de clan más que un minino doméstico, y que, aunque no se dé cuenta, puede llegar a tener un corazón de gato de bosque. Estrella Azul pregunta si ésa es la clase de guerreros que necesita el Clan del Trueno, a lo que Corazón de Fuego, avergonzado, niega. La líder explica que en estos momentos, el clan necesita gatos valientes y leales; y que si los Dos Patas se llevaron a Nimbo, quizá fue por la voluntad del Clan Estelar. La gata comenta que, al haber pasado un tiempo en el bosque, los antepasados del Clan Estelar podrían haber llegado a interesarse por el aprendiz y preocuparse por él; concluyendo con que vaya a donde vaya Nimbo, el Clan Estelar cuidará de él y le asegurará felicidad donde esté.

Esto no convence del todo a Corazón de Fuego, pero se consuela con pensar que el Clan Estelar quizá no esté permitiendo esto como un castigo para Nimbo o el Clan del Trueno, sino para garantizar que el aprendiz sea feliz a donde vaya.

A la noche, el joven rojizo sueña con que se encuentra en la hondonada de los Cuatro Árboles, sobre la Gran Roca. En el sueño, Corazón de Fuego percibe cerca a Jaspeada, y se ilusiona, porque la última vez que soñó con ella, la antigua curandera parecía haberlo abandonado. Sin embargo, la gata no se hace presente, sino que Corazón de Fuego oye sólo su voz, que le advierte sobre un enemigo que parece dormir. Confundido y sobresaltado, el lugarteniente se despierta, intentando descifrar las palabras de Jaspeada. Al salir de la guarida, se cruza con Cebrado, de quien desconfía; pero se dice que la advertencia debe referirse a alguien más, menos obvio, ya que el joven sabe perfectamente por sí solo que no puede confiar en Cebrado.

El claro aún está oscuro cuando Corazón de Fuego se sienta a reflexionar sobre los problemas recientes, como la tortuosa recuperación de Estrella Azul, la desaparición de Nimbo, o el descubrimiento de los gatos enfermos del Clan de la Sombra. El joven se sobresalta al sospechar que Cirro y Cuello Blanco, los gatos enfermos, deben ser probablemente el peligro sobre el que le advirtió Jaspeada. Inquieto, comienza a pensar que quizá aquellos gatos no están curados del todo, y que, al haber sido una curandera, el espíritu de Jaspeada sabía esto. Alarmado, lamenta haber dejado que los gatos del Clan de la Sombra permanezcan en su territorio.

El joven se dirige a toda prisa a la guarida de Fauces Amarillas, donde la vieja curandera está durmiendo junto a Carbonilla. Corazón de Fuego se asoma para despertar a la aprendiza gris, quien, adormilada, pregunta qué sucede. Su amigo le cuestiona, en voz baja, si los gatos del Clan de la Sombra están realmente curados. Carbonilla responde que están mejorando, y se queja de que Corazón de Fuego la haya despertado. Éste pregunta si Cirro y Cuello Blanco siguen estando enfermos, o si ella ha contraído algún síntoma de la enfermedad. Despreocupada, Carbonilla le contesta que los gatos no están del todo curados, pero que aún así, están mucho mejor que antes. Algo molesta, exclama que todos están bien, tanto los gatos del Clan de la Sombra como los del Clan del Trueno y ella misma.

Corazón de Fuego confiesa, incómodo, que acababa de tener un sueño en el que Jaspeada le avisaba sobre un enemigo que parece dormir; y explica que para él, podría tratarse de la enfermedad. Abatido, añade que cree conveniente que los gatos del Clan de la Sombra abandonen el territorio del Clan del Trueno cuanto antes. Carbonilla protesta, recordándole que él le había prometido dejar que Cirro y Cuello Blanco se queden hasta que estén completamente recuperados. Molesta, pregunta a su amigo si sólo cambió de opinión por un sueño que tuvo. Éste argumenta que Jaspeada ya ha tenido razón otras veces, y explica que no puede arriesgarse a que los gatos del Clan de la Sombra se queden. Carbonilla accede a su pedido a regañadientes, prometiendo que hablará personalmente con los enfermos. Corazón de Fuego la apremia a hacerlo el día siguiente, y la aprendiza pregunta qué pasará si su sueño se equivoca; ya que devolver a Cirro y Cuello Blanco con su clan podría significar enviarlos a su muerte.

Sabiendo que su prioridad es el Clan del Trueno, el lugarteniente le propone a su amiga enseñarle la mezcla sanadora a los gatos enfermos para que puedan aprender a tratar a sus propios compañeros a su regreso. Intentando justificarse, insiste en que debe escuchar a Jaspeada. Carbonilla lo cuestiona, recordándole que la gata está muerta, y que no debería tratarla como si aún estuviera viva. Con determinación, la joven cita lo que Fauces Amarillas le dijo cuando ella se sentía culpable por no haber podido salvar a Corriente Plateada: que emplee toda su energía en el presente, sin preocuparse ya por el pasado.

Corazón de Fuego protesta, preguntando qué tiene de malo recordar a Jaspeada. Carbonilla le contesta que mientras él está soñando con la curandera muerta, no se está dando cuenta de que hay una gata viva muy cerca de él, en la que debería estar pensando. Confundido, el lugarteniente pregunta a la joven de qué habla, y ella le contesta que todo el clan está pendiente de que Tormenta de Arena le tiene mucho afecto.

Sin dejarlo responder, la joven lo despacha de su guarida para que la deje dormir, no sin antes reiterar su promesa de pedirle a Cirro y Cuello Blanco que se marchen al día siguiente.

Cuando Corazón de Fuego vuelve al claro, se queda pensando en lo que dijo la aprendiza, reflexionando en que a pesar de que Tormenta de Arena lo apreciaba y respetaba -mucho más que cuando se conocieron por primera vez-, nunca había pensado que la gata sintiera por él algo más que amistad. El joven recuerda cómo Tormenta de Arena le lamió las almohadillas el día anterior, cuidando muy atentamente de él; y comprendiendo esta posibilidad, comienza a sentir un cosquilleo.

Personajes

Principales

• Corazón de Fuego

Secundarios

• Ceniciento
• Viento Veloz
• Tormenta de Arena
• Cebrado
• Estrella Azul
• Tormenta Blanca
• Jaspeada
• Carbonilla

Mencionados

• Nimbo
• Gatos del Clan del Trueno
• Aprendices del Clan del Trueno
• Dos Patas
• Rabo Largo
• Orejitas
• Veteranos del Clan del Trueno
• Gatos del Clan Estelar
• Guerreros del Clan del Trueno
• Gatos del Clan de la Sombra
• Fauces Amarillas
• Cirro
• Cuello Blanco
• Corriente Plateada

Profecías

• "Ten cuidado con un enemigo que parece dormir." (por Jaspeada)

Lugares

• Campamento del Clan del Trueno

Errores

• Si bien Carbonilla afirma que sabe lo especial que es Jaspeada para Corazón de Fuego, en ningún libro anterior se ve a Corazón de Fuego contarle a Carbonilla sobre Jaspeada; sus sueños sobre ella; o sus sentimientos por aquella gata.