Los Gatos Guerreros Wiki
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¡[Nariz Inquieta] Ha dejado morir un cachorro junto al vientre de su madre sin ni siquiera una semilla de adormidera para facilitar su tránsito hasta el Clan Estelar! Tenemos miedo de que también nos deje morir a nosotros. Por favor, ¡ayudadnos!

Cirro suplicando ayuda en Antes de la tormenta, página 108


El siguiente artículo contiene información detallada del capítulo 8 de Antes de la tormenta. Si estás buscando un resumen más corto del libro, por favor mira la cronología.

Resumen del capítulo[]

PdV de Corazón de Fuego[]

El día siguiente a la Asamblea, Corazón de Fuego es despertado por la llegada de la patrulla del alba al campamento. Tormenta de Arena, quien había salido con la patrulla, se asoma a la guarida de los guerreros, anunciándole al gato rojizo que han capturado a dos guerreros del Clan de la Sombra. La guerrera clara explica que hallaron a los intrusos durmiendo junto al Árbol de la Lechuza.
El lugarteniente se incorpora y sale de la guarida tras ella, meditando sobre los sueños que tuvo esa noche después de la Asamblea; y preocupado, porque en sus pesadillas, es visto como un forastero que no pertenece al bosque y como un mal agüero. Corazón de Fuego agradece que los demás clanes no sepan las dificultades de su ceremonia de nombramiento, ya que eso reforzaría la inquietud de los demás por el hecho de que un gato doméstico haya reemplazado a un respetado lugarteniente nacido dentro de un clan.
Al salir al claro, el joven encuentra a la patrulla del alba rodeando a los dos alterados prisioneros. Corazón de Fuego logra reconocer a uno de ellos como Cirro, un atigrado del Clan de la Sombra que, debido al cruel régimen de Cola Rota como líder de ese entonces, se había convertido en aprendiz cuando era sólo un cachorro, sin alcanzar las seis lunas correspondientes. El lugarteniente recuerda haberlo conocido en una Asamblea lejana, y se percata de que a pesar de ser un gato adulto, Cirro sigue siendo pequeño, y en la deplorable condición que está, con el pelaje enmarañado y con hedor a carroña y miedo, parece tan indefenso como cuando era un cachorro.
Inquieto, Corazón de Fuego pregunta a Tormenta Blanca, quien había encabezado la patrulla del alba, si los prisioneros opusieron resistencia. El gato blanco explica que cuando despertaron a los intrusos, éstos suplicaron a la patrulla que los llevara al campamento del Clan del Trueno. Esto confunde más al joven rojizo. Estrella Azul se hace paso entre los gatos reunidos, y pregunta por los guerreros del Clan de la Sombra; alterada por el miedo y la rabia. Con furia, la líder pregunta a los dos maltrechos prisioneros si se trata de un ataque. Corazón de Fuego y Tormenta Blanca proceden a explicarle a la gata lo sucedido, y ella, nerviosa ante la posibilidad de un ataque, pregunta si están seguros de lo ocurrido, ya que puede ser una trampa.
Corazón de Fuego, a pesar de creer que los dos gatos ante él están muy lejos de querer atacar al Clan del Trueno, elige ser prudente, y ordena a algunos gatos salir a inspeccionar los alrededores del territorio. Luego, dirigiéndose especialmente a Cirro, pregunta a los temblorosos prisioneros qué hacen allí, en territorio enemigo. El pequeño atigrado, débil y con miedo, responde que él y su compañero, a quien presenta como Cuello Blanco, vinieron con la esperanza de que les brinden comida y hierbas curativas. Ante la sorpresa del lugarteniente, Carbonilla interrumpe el interrogatorio, avanzando hacia los gatos del Clan de la Sombra y anunciando que están enfermos, por lo que no suponen ningún peligro. Instintivamente, la gata gris huele las zarpas de Cirro, explicando que el guerrero tiene fiebre. Cuando la joven procede a hacer lo mismo con Cuello Blanco -un gato negro con el pecho y las patas blancas-, Fauces Amarillas surge de entre los gatos del Clan del Trueno y ordena tajantemente a su aprendiza que se aleje inmediatamente de los prisioneros. Volteándose, Carbonilla pregunta por qué, y, conmocionada, exclama que deberían ayudarlos.
La aprendiza de curandera mira suplicante a Estrella Azul y a Corazón de Fuego; pero éste advierte que la líder está muy impactada y confundida como para reaccionar, por lo que decide continuar interrogando a los guerreros del Clan de la Sombra; inquiriendo por qué decidieron buscar ayuda específicamente con el Clan del Trueno. Cuello Blanco maúlla que ya han ayudado al Clan de la Sombra con anterioridad, al desterrar a su antiguo líder, quien pasaría a llamarse Cola Rota. Confundido, el lugarteniente rojizo no entiende por qué los dos guerreros están pasando por alto el hecho de que Cola Rota fue recibido posteriormente por el Clan del Trueno. Luego cae en la cuenta de que aquellos gatos habían sufrido mucho bajo el liderazgo de aquel gato, siendo aprendices cuando apenas tenían edad para separarse de sus madres; por lo que deshacerse de Cola Rota había sido tan aliviador para ellos, que ya no les importó lo que le sucediera al cruel líder después de su destierro; y ya no tendrán problemas con el Clan del Trueno ahora que Cola Rota está muerto.
Cuello Blanco continúa hablando, contando que necesitan ayuda, ya que Estrella Nocturna está enfermo, así como los demás gatos del Clan de la Sombra, por lo que su campamento es un caos y tampoco hay suficiente carne fresca para alimentar al clan. Exasperada, Fauces Amarillas encara al gato blanco y negro, preguntándole qué está haciendo su curandero, Nariz Inquieta, que es quien se supone que debe cuidarlos. Corazón de Fuego se sorprende por el tono de la gata, ya que ésta había sido curandera del Clan de la Sombra anteriormente; y al joven le extraña que tenga una actitud poco compasiva con sus antiguos compañeros. De entre los gatos, Cebrado agrega que la noche anterior, en la Asamblea, Estrella Nocturna parecía verse bien. Estrella Azul coincide; aunque no es el caso del lugarteniente rojizo, que recuerda lo frágil que se veía el líder negro. Cirro explica que Estrella Nocturna empeoró justo después de la Asamblea, y que Nariz Inquieta sólo se preocupa por él. Abrumado, revela que el curandero del Clan de la Sombra permaneció toda la noche junto a su líder, dejando morir a un cachorro sin siquiera atenderlo. El pequeño atigrado marrón exclama que ni él ni Cuello Blanco quieren que Nariz Inquieta los olvide del mismo modo y los deje morir.
Ante la súplica desesperada de Cirro, Corazón de Fuego mira hacia su líder, pero ésta sigue consternada, sumida en sus dudas. Fauces Amarillas insiste secamente en que los gatos deben marcharse de allí. Cuando el lugarteniente cuestiona por qué, si no suponen ninguna amenaza; la curandera contesta que ya ha visto esa enfermedad antes en el Clan de la Sombra, y que la última vez que apareció mató a muchos gatos: se trata de una enfermedad sin nombre que proviene de las ratas de un vertedero de los Dos Patas, que se halla en el extremo más alejado del territorio del Clan de la Sombra. Cirro explica que un aprendiz cazó y llevó una de las ratas que propagan la enfermedad a su campamento, siendo demasiado joven para saber el peligro que ello conllevaba.
Los gatos del Clan del Trueno permanecen expectantes. Fauces Amarillas, agitada, le recuerda a Estrella Azul que no hace mucho, durante la Estación Sin Hojas, la neumonía devastó el campamento, llevándose una de sus vidas. Al pronunciar estas palabras, Corazón de Fuego advierte que la curandera se está refiriendo a que Estrella Azul se encuentra en su última vida; y que si deja que la enfermedad se propague por el campamento del Clan del Trueno, la líder podría morir. En voz baja e inexpresiva, la gata gris azulado ordena que los guerreros del Clan de la Sombra se marchen, y pide a Corazón de Fuego que los saque del campamento.
Apenado por la decisión de su líder pero sabiendo que es para bien de su clan, el lugarteniente anuncia a los prisioneros que él y Tormenta de Arena los acompañarán hasta su frontera. Luego ordena a los demás gatos volver a sus guaridas; quedando el claro vacío. Únicamente permanece Carbonilla, quien contempla a Cuello Blanco tener un ataque de tos y espasmos. La joven gata gris suplica a su amigo que la deje ayudar a los enfermos, pero éste se niega, con tristeza e impotencia. Fauces Amarillas apremia estridentemente a su aprendiza desde el túnel de helechos que lleva a su guarida, y Carbonilla se aleja, no sin antes dirigir una mirada de reproche a Corazón de Fuego.
Éste se voltea hacia Tormenta de Arena, encontrando en cambio comprensión en su mirada. La gata clara le propone partir ya, porque será mejor que los gatos lleguen a su propio campamento cuanto antes; y, evitando la desesperada mirada de Cirro, Corazón de Fuego decide que ayudarán a los escoltados a cruzar el Sendero Atronador; lleno de monstruos durante la Estación de la Hoja Verde. Cirro insiste en que pueden cruzarlo solos, por lo que el lugarteniente declara que al menos, los alcanzarán hasta allí. Los cuatro se ponen en camino; los enfermos avanzando más inestable y pesadamente.
En el camino, Corazón de Fuego caza un ratón para los gatos del Clan de la Sombra, quienes están demasiado débiles para cazar sus propias presas. Éstos, agradecidos, devoran el ratón, pero casi en seguida lo vomitan, desperdiciando la comida. Más tarde, la comitiva llega a la zona cercana al Sendero Atronador. Los gatos del Clan del Trueno pretenden observar cómo los del Clan de la Sombra cruzan, pero Cirro insiste en que ambos quieren avanzar solos. Corazón de Fuego accede a dejarlos ir y, una vez que los dos gatos se alejan lo suficiente, el lugarteniente rojizo y su compañera se disponen a seguirlos. Rastreando a los guerreros enfermos, los gatos del Clan del Trueno descubren que Cirro y Cuello Blanco no cruzaron el Sendero Atronador, sino que siguieron una ruta paralela, bordeando la frontera. Corazón de Fuego y Tormenta de Arena continúan siguiendo su rastro, hasta que abandonan la vegetación del bosque y desembocan en una zona de tierra pelada. Ambos divisan a los gatos enfermos internándose en un zarzal, y se dirigen hacia allí, conscientes de que hasta allí llegan las marcas olorosas fronterizas y correrán el riesgo de meterse en una zona enemiga.
Los dos compañeros del Clan del Trueno atraviesan el zarzal, para salir justo ante la zona de hierba polvorienta junto al Sendero Atronador. Tratando de identificar el rastro de los guerreros del Clan de la Sombra bajo el olor y los gases del Sendero Atronador, Corazón de Fuego mira al otro lado de la frontera, sin éxito. Tormenta de Arena distingue entonces a Cuello Blanco, y señala el sitio a Corazón de Fuego, quien, con asombro e incredulidad, divisa la punta de la cola del guerrero desapareciendo justo bajo el Sendero Atronador; como si éste se hubiera tragado a los gatos del Clan de la Sombra.

Personajes[]

Principales[]

Secundarios[]

Mencionados[]

Lugares[]

Errores[]

Referencias y citaciones[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5 1,6 1,7 Revelado en Antes de la tormenta, página 103
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 Revelado en Antes de la tormenta, página 104
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 Revelado en Antes de la tormenta, página 105
  4. 4,0 4,1 4,2 Revelado en Antes de la tormenta, página 106
  5. 5,0 5,1 5,2 5,3 5,4 Revelado en Antes de la tormenta, página 107
  6. 6,0 6,1 6,2 6,3 6,4 6,5 Revelado en Antes de la tormenta, página 108
  7. Revelado en Antes de la tormenta, página 110
  8. Revelado en Antes de la tormenta, página 112
  9. 9,0 9,1 Revelado en Antes de la tormenta, página 113
  10. Revelado en En territorio salvaje, página 60
  11. Revelado en las filiaciones de En territorio salvaje


Capítulos de Antes de la tormenta
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