Los Gatos Guerreros Wiki
Advertisement
Los Gatos Guerreros Wiki
Odiaba la manera en que los clanes estaban separándose como corrientes de agua en sus nuevos territorios. ¿Qué había pasado con la complicidad que habían mantenido durante el viaje desde el bosque, cuando todos intentaban ayudarse entre sí sin pararse a pensar a qué clan pertenecía cada uno?

—Narrador sobre los pensamientos de Esquiruela en Crepúsculo, página 48


El siguiente artículo contiene información detallada del capítulo 2 de Crepúsculo. Si estás buscando un resumen más corto del libro, por favor mira la cronología.

Resumen del capítulo[]

PdV de Esquiruela[]

Esquiruela sale por primera vez del campamento desde la batalla contra Enlodado, en una patrulla junto con Cenizo, Orvallo y Zarzoso en dirección al Clan del Viento y disfruta de la sensación de la brisa y el crujido de las hojas. Capta señales tempranas de la Estación de la Hoja Nueva, y toma una nota mental de contarle a su hermana donde encontrar una flor de fárfara que ve.
Cuando están lejos del campamento, Zarzoso se detiene y le propone abrir camino a Cenizo y Orvallo para ver lo bien que conocen el territorio. Orvallo se entusiasma ante la propuesta, pero Cenizo le lanza una dura mirada a Zarzoso antes de seguir a Orvallo. Esquiruela le pregunta malhumarada a Zarzoso que por qué ha dicho eso, pues les está tratando como aprendices y Cenizo es mayor que él. Zarzoso replica que él es el líder de la patrulla y que si no le gustan sus órdenes sería mejor que se fuera.
Esquiruela cierra la boca para no empezar otra discusión y sigue el rastro de Cenizo y Orvallo. Cenizo la espera que le alcance y reduce el paso para adaptarlo al de ella. Señala que están creciendo nuevos brotes en los árboles y que pronto llegará la estación de la hoja nueva. Esquiruela responde que está deseosa de que llegue. Cenizo coincide que al clan no le vendría mal más carne fresca y pregunta si a Zarzoso le molestaría que cazasen algo. Esquiruela replica que le da igual si a Zarzoso le molesta o no.
La joven guerrera abre la boca para captar rastros y detecta un rastro de tejón. Piensa en contárselo a Zarzoso, pero no tiene ganas de hablar con él y además no haría caso de lo que dijera ella. Vuelve a saborear el aire y capta olor a ardilla. La ve a unos zorros de distancia y después de acecharla, salta hacia ella y logra despacharla. Al oír un grito de alarma, ve que a Cenizo se le ha escapado un mirlo y dice que seguramente le ha espantado ella al ir tras la ardilla. Cenizo niega con la cabeza y dice que es culpa suya porque ha pisado una ramita. Esquiruela le ofrece compartir la ardilla, y cuando el guerrero se acerca a ella, aparece Zarzoso entre la maleza. El atigrado les reprende porque están en una patrulla hacia el Clan del Viento. Esquiruela le dice que se relaje, y le ofrece con torpeza un poco de carne. Zarzoso la rechaza con sequedad y pregunta por Orvallo. Cenizo le responde que está más adelante, y Zarzoso se marcha en esa dirección.
Esquriuela suelta un bufido de irritación y Cenizo le toca la oreja para tranquilizarla, diciéndole que no deje que Zarzoso la saque de quicio fácilmente. La guerrera responde que no lo hace, intentando convencerse a sí misma. Vuelve a recordar lo unido que estaba al guerrero durante los viajes y se pregunta cómo han llegado a esa situación. Mira a Cenizo y ve que está preocupado. Sabe que quiere una relación más estrecha con ella, pero no está segura de que sus sentimientos por él fueran reales. Primero tiene que superar sus problemas con Zarzoso.
Esquiruela y Cenizo terminan de comer y se ponen en marcha hacia las fronteras del Clan del Viento, alcanzando a Zarzoso y Orvallo, que estaban comiendo. Tras terminar de comer, Zarzoso se levanta sin decir palabra y echa a andar con grandes zancadas. Esquiruela mira a Cenizo y se encoge de hombros, siguiéndole.
Al poco tiempo la patrulla llega a una ladera que lleva al arroyo, donde está la frontera con el Clan del Viento. Aunque en la brisa haya olor de ese clan, no hay rastro de ningún gato. Cenizo apostilla que es posible que una patrulla acabara de pasar porque el olor es fresco. Esquiruela piensa que es una buena señal, pues significa que el Clan del Viento está bien organizado y por tanto han superado la rebelión de Enlodado.
Zarzoso propone ir hacia los pasaderos para alcanzar a la patrulla. Se dirijen hacia allí; Esquiruela se da cuenta que el sol ya casi había alcanzado su cénit. Le dice a Cenizo que no sabe cómo aguanta eso el Clan del Viento, sin ningún árbol a la vista. Cenizo suelta un ronroneo risueño y responde que seguro que ellos se preguntan cómo vive el Clan del Trueno con tantos árboles.
Un destello marrón llama la atención de la guerrera; un conejo que corría por lo alto de la loma. Quería correr tras él, pero la presa se encontraba dentro del territorio del Clan del Viento. Un momento después, aparece Corvino Plumoso corriendo tras el conejo. Ambos desaparecen tras una hondonada, y un chilido le dice a Esquiruela que el guerrero del Clan del Viento ha logrado alcanzar a su presa. Orvallo apunta que es una patrulla de caza, señalando a la cima de la loma, donde han aparecido dos guerreros, Manto Trenzado y Zarpa de Turón, a los que se une Cola Blanca; y la partida de caza se acerca a los guerreros del Clan del Trueno.
Zarzoso les llama diciendo que tienen un mensaje de Estrella de Fuego. Manto Trenzado le pregunta qué mensaje tienen. Esquiruela reflexiona sobre el guerrero del Clan del Viento, que había sido partidario de Enlodado durante su rebelión. Zarzoso le informa que Estrella de Fuego los envía para comprobar que todo está en orden y para saber si Bigotes ya había ido a la Laguna Lunar. Cola Blanca le corrije diciendo que ahora es Estrella de Bigotes. A Esquiruela se le hace un nudo en el estómago, pues llamar al líder por su nombre guerrero había sido un grave error de parte de Zarzoso, como si no esperara que el Clan Estelar le hubiera concedido su nuevo nombre.
Zarzoso se corrije y les dice que le feliciten de su parte. Manto Trenzado inquiere por qué Estrella de Fuego les ha enviado, y Esquiruela se sorprende porque parece que el guerrero del Clan del Viento ha olvidado lo que su clan le debe al Clan del Trueno. Zarzoso responde que Estrella de Fuego sólo quiere asegurarse de que todo va bien, y Manto Trenzado sugiere que debería concentrarse en su propio clan. Esquiruela le espeta que Estrella de Bigotes no sería líder si no fuera por el Clan del Trueno, pero Zarzoso la interrumpe pasándole la cola por la boca. Manto Trenzado gruñe que no sera el único que creía que Enlodado era el líder legítimo del Clan del Viento, pero al ver que el Clan Estelar le entregó a Bigotes las nueve vidas, supo que estaba equivocado. Esquiruela le susurra a Cenizo que Estrella de Bigotes tiene abejas en el cerebro si confía en Manto Trenzado.
En ese momento aparece Corvino Plumoso con un conejo a rastras. Esquiruela piensa que no se mostraría tan receloso como Manto Trenzado y le saluda con energía, pero Corvino Plumoso la saluda con un movimiento seco de la cabeza. Manto Trenzado les dice que si ya han acabado ya pueden volver a su campamento. Los guerreros del Clan del Viento se quedan observando cómo se aleja la patrulla del Clan del Trueno.
Esquiruela comenta que no sabe qué les pasa, y Orvallo coincide con ella. Zarzoso dice que es evidente que el Clan del Viento ya no quiere seguir siendo aliado del Clan del Trueno. La inquietud y frustración de Esquiruela se convierte en rabia, ya que después de todo lo que han hecho por el Clan del Viento éste les trata con frialdad; y no entiende cómo Zarzoso acepta con calma su hostilidad. Zarzoso apostilla que hay gatos en el Clan del Trueno que consideran que Estrella de Fuego no debería interferir en los asuntos de otro clan. Esquiruela está a punto de saltar sobre él, pero Cenizo se interpone, diciendo que hay que dar tiempo al Clan del Viento para que se recupere. Sin embargo, Esquiruela siente que Zarzoso ha insultado a su padre, y le dice que él ayudará a Estrella de Bigotes porque son amigos desde el día en que se conocieron. Zarzoso le responde con seguridad que es normal que los clanes sean rivales y que hicieron bien al ayudar al Clan del Viento, pero que no pueden seguir cuidando de ellos.
Esquiruela odia la manera en que los clanes se estaban separando, echando de menos la complicidad del viaje hasta su nuevo hogar. Se pregunta cómo van a sobrevivir si no podían confiar los unos en los otros. Orvallo pregunta que ocurrirá si el Clan del Trueno necesita ayuda del Clan del Viento, como si hubiera leído los pensamientos de Esquiruela.
Para ir al campamento, escojen un camino distinto y se encuentran con un fuerte olor a tejón. Esquiruela pregunta a Zarzoso si lo huele, y éste lo corrobora, diciendo que está muy cerca. Esquiruela dice que hay que hacer algo y Zarzoso asiente con la cabeza. Esquiruela piensa en Medianoche, que es una excepción a los violentos tejones. Cenizo se acerca a ellos y pregunta qué es lo que pasa. Zarzoso le dice a su patrulla que un tejón o más han pasado por allí y que no pueden volver al campamento sin investigar, para asegurarse de que han salido de su territorio.
Los gatos dejan las presas que han estado cazando y siguen el rastro del tejón, que se dirije hacia la frontera con el Clan de la Sombra. Esquiruela se preocupa y piensa que si el tejón tiene su guarida en el territorio del Clan de la Sombra habría que avisar a su líder, Estrella Negra. El olor se hace cada vez más fuerte. Zarzoso se detiene a la sombra de una enorme roca y hace una señal para que los demás se quede donde estén. Zarzoso se asoma por la roca, y Esquiruela se acerca para ver también.
Al otro lado hay una madriguera, y la guerrera piensa que el tejón debe estar instalándose en la antigua madriguera de una raposa. Delante del agujero hay tres crías de tejón peleándose; Esquiruela las mira horrorizada y después se vuelve para reunirse con Cenizo y Orvallo, exclamando que hay una familia entera de tejones. Cenizo parece desconcertado y dice que no es habitual que un tejón con crías se desplace. Orvallo sugiere que tal vez los han expulsado de su antiguo hogar. Zarzoso se acerca y les dice que no pueden hacer nada sin saber cuantos adultos hay, y les ordena que se van a quedar allí a vigilar y que no hagan nada sin que él se lo diga. Todos asienten, aunque Esquiruela se siente ofendida por el modo en el que Zarzoso les da órdenes, como si fueran aprendices.
Zarzoso continúa diciendo que los tejones salen solo de noche y que si están en la madriguera en ese momento no pueden hacer nada. Mirando a Esquiruela, añade que no se van a meter ahí. La guerrera bufa que no es idiota, y Zarzoso responde que no ha dicho que lo fuera aunque a veces hiciera idioteces. Cenizo toma aire como si fuera a defender a la guerrera, pero ésta le hace un gesto para que no intervenga. Zarzoso continúa diciendo que si sólo hay un adulto con las crías, atacaran, pues no se pueden permitir que se instalen en su territorio, y añade que Alcotán consiguió echar a uno del territorio del Clan del Río y que puede que sea el mismo tejón. Esquiruela siente que se le eriza el pelo por la mención a Alcotán y piensa que ya era bastante malo que Zarzoso se negara a admitir que Alcotán no era de fiar para que además lo tuviera como un modelo de valor y destreza guerrera. Esquiruela sugiere que podrían empujarlo hacia el Clan de la Sombra, pero Zarzoso responde con voz fría que entonces tendrían que lidiar con él los guerreros del Clan de la Sombra y que lo primero que tenían que hacer era proteger a su clan. Cenizo pregunta que harán si hay más de un tejón, y Zarzoso responde que reunirían toda la información posible para contárselo a Estrellad de Fuego. Les indica que busquen un lugar para esconderse.
La patrulla se oculta y espera. Esquiruela está bostezando cuando nota un olor más intenso a tejón. Entre la maleza aparece una tejona que entra al claro, y las tres crías corren hacia ella. La tejona deja escarabajos en el suelo, que las crías comienzan a engullir. Zarzoso salta a lo alto de la roca y suelta un maullido retador; la tejona le contesta con un rugido desafiante, mostrándole los colmillos. Zarzoso da la orden de ataque.
Zarzoso salta de la roca y cae en mitad de las crías, que salen corriendo y se apretujan delante de la madriguera, mirando al guerrero con ojos desorbitados y despavoridos. Cenizo, Orvallo y Esquiruela se apresuran a ponerse junto a Zarzoso. Este apunta las garras hacia el hocico de la tejona, que retrocede y devuelve el ataque, que el guerrero esquiva.Esquiruela araña el costado de la tejona y se agacha para esquivar el contraataque; echando a correr cuando Cenizo se abalanza sobre la tejona desde el lado opuesto. La criatura parece indecisa de a qué gato atacar, y Esquiruela piensa que la pelea será fácil porque la tejona es lenta y patosa.
Entonces la guerrera suelta un alarido de alarma cuando una zarpa la golpea cerca de sus patas traseras. Sorprendida y temblando, rueda para ponerse fuera del alcance. Se puso en pie y vio que Zarzoso le daba a la tejona un zarpazo en el hombro; después intenta clavarle los dientes en el cuello, pero la tejona se sacude y se lo quita de encima; Zarzoso cae en el suelo y se queda inmóvil.
Esquiruela corre hacia él con miedo, pero antes de llegar a él, Zarzoso sacude la cabeza y dice que está bien con voz ronca. Esquiruela se da la vuelta para enfrentarse a la tejona y se alza sobre sus patas para darle un arañazo en el hocico y dirigir una de sus patas hacia sus ojos.
La tejona se sacude de encima a los guerreros y suelta un rugido de furia y derrota. Se da la vuelta y se acerca hacia sus crías, empujándolas para que se levantaran, y los tejones huyen. Zarzoso felicita a los guerreros por la pelea y les dice que espera que sea la última vez que los ve. Les maulla que rellenarán el agujero y viligarán la zona para asegurarse que no regresan. Esquiruela protesta diciendo que está agotada y hambrienta. Zarzoso les dice que ahora no harán eso, que primero volverán al campamento y enviarán a dos guerreros para que se encarguen de la madriguera.
Los cuatro guerreros se internan enel bosque, renqueantes. Esquiruela masculla que con tantas heridas va a acabar sin pelo y Cenizo le pasa la lengua por un zarpazo en el hombro, asegurándole que ha peleado bien. Esquiruela le dice que él también ha luchado bien. Por un momento, Esquiruela se imagina a la tejona huyendo con sus crías por el bosque y comparte su miedo, sintiendo compasión por ella, pues sabía lo que era perder su hogar y tener que desplazarse para buscar uno nuevo. Desea que encuentre un sitio seguro para sus crías, pero que esté lejos del Clan del Trueno.

Personajes[]

Principales[]

Secundarios[]

Menciones[]

Lugares[]

  • Frontera con el Clan del Viento[2]
  • Frontera con el Clan de la Sombra[7]

Referencias y citaciones[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Revelado en Crepúsculo, página 40
  2. 2,0 2,1 2,2 2,3 2,4 2,5 Revelado en Crepúsculo, página 45
  3. Revelado en Crepúsculo, página 44
  4. Revelado en un libro desconocido, página 51
  5. Revelado en Crepúsculo, página 51
  6. Revelado en Crepúsculo, página 52
  7. Revelado en Crepúsculo, página 50


Capítulos de Crepúsculo
PrólogoCapítulo 1Capítulo 2Capítulo 3Capítulo 4Capítulo 5Capítulo 6Capítulo 7Capítulo 8Capítulo 9Capítulo 10Capítulo 11Capítulo 12Capítulo 13Capítulo 14Capítulo 15Capítulo 16Capítulo 17Capítulo 18Capítulo 19Capítulo 20Capítulo 21Capítulo 22Capítulo 23Capítulo 24
Advertisement