El siguiente artículo contiene información detallada del capítulo Capítulo 4 de Eclipse. Si estás buscando un resumen más corto del libro, por favor mira la cronología.
Alerta de Spoiler: A partir de ahora se podrían revelar detalles de la trama y argumento.
Glayino envuelve un paquete de panal en una hoja como le había ordenado Hojarasca Acuática. Entonces oye un chillido de dolor de un cachorro. Él corre hacia la entrada cuando Dalia entra a la guarida junto a Tordillo en su boca. Ella le dice que él había caído en una mata de ortigas y Glayino se alivia de que no fuera nada grave. El aprendiz calmó a Dalia y revisó al cachorro, que parecía adolorido. Fue en busca de unas hojas de romaza y tropezó con la cola de Dalia, que daba vueltas nerviosa. Glayino continuó avanzando hasta las hierbas y prepara una pasta. Glayino está a punto de aplicárselo en las orejas a Tordillo cuando el cachorro lo aparta de un manotazo y cae en un charco de agua. Frustrado, comienza a dirigirse de nuevo al almacén, afirmando que cuanto antes se pusiera el ungüento, antes dejarían de dolerle las picaduras.
Glayino vuelve a tropezar con la cola de Dalia, y se enfada mientras le dice que vaya a ver a Rosina. Después de unos momentos, ella finalmente lo deja solo en la guarida con Tordillo. El aprendiz vuelve a masticar las hojas y, tras presionarle un poco, aplica ungüento sobre las picaduras de Tordillo. El cachorro se prepara para abalanzarse a por la cola de Glayino, pero el gato ciego se da la vuelta rápidamente, deteniéndolo. Busca más pulpa y le da un poco a Tordillo, indicándole que se la frote en algunas de las picaduras. Glayino le ayuda, y después de unos momentos, todas las picaduras están curadas. El aprendiz hace una nota mental para darle una semilla de adormidera a Dalia antes de acostarse, para que el cachorro pueda dormir a pesar de los picores.
Hojarasca Acuática vuelve de su recolección con un buen manojo de nébeda. Ella le cuenta que Dalia la había puesto al tanto y felicita a Glayino por su trabajo. Glayino duda si decirle que Tordillo había sido un paciente muy difícil. Ella le sugiere darle una semilla de adormidera y a Glayino le molesta que le diera lecciones innecesarias y que lo siga tratando como un aprendiz.
Tordillo le agradece, tomando a Glayino por sorpresa y haciéndole tener compasión por él. El cachorro se va a la maternidad y el aprendiz le promete a Hojarasca Acuática que le dará al cachorro una semilla de adormidera antes de irse a dormir, pero ella no responde. Él percibe una energía agitada en ella y se da cuenta de que está preocupada por algo, pero no sabe el qué. Glayino nota que parecía cansada y se da cuenta de que debió de haber trabajado mucho cuando él se fue a las montañas. Él se disculpa por no terminar de envolver el panal cuando la ve haciéndolo, y ella señala que Tordillo necesitaba ser atendido.
Él se ofrece a revisar las reservas de la grieta y ver qué necesitan. Hojarasca Acuática anuncia que necesitan más malva y nébeda, y Glayino se da cuenta de que no tienen bayas mortales. Él le pregunta si deberían conseguir algunas para gatos muy enfermos en agonía, recordando que había oído a Cirro hablar de eso, pero ella no está de acuerdo, diciendo que ella no enseña esas cosas, y que cree que le corresponde al Clan Estelar decidir cuando un gato muere. Glayino se interesa en tener el poder de la vida y la muerte en sus patas, pero su mentora le dice que como curanderos deberían hacer todo lo posible para salvar sus compañeros de clan. Le pasa a Glayino un poco de consuelda y le dice que la revise y tire los tallos viejos.
Mientras él hace eso, ella le pregunta por su viaje a las montañas y la Tribu. Él dice que la Tribu era extraña y que a pesar de la dureza de las montañas, ellos no sabían cómo luchar contra los invasores. El aprendiz continúa, maullando que vio a la Tribu de la Caza Interminable en la Cueva de las Piedras Puntiagudas. Hojarasca Acuática no reaccionó, pero él notó como movía las hojas de fárfara con inquietud. Ella pregunta cómo eran, y él dice que eran un poco como el Clan Estelar, pero que no pudieron ayudar a la Tribu de las Aguas Rápidas con los invasores. Hojarasca Acuática afirma que a veces ni sus ancestros pueden ayudarlos. Glayino nota que su mentora dejó de continuar su tarea, mirándolo con curiosidad y cambió de tema antes de que ella le preguntara más, mencionando que el Narrarrocas es a la vez líder y curandero. Hojarasca Acuática responde que es mucha responsabilidad y que a veces el camino a la sabiduría puede ser solitario.
Glayino se preocupa, temiendo que su mentora sepa sobre la profecía y se estuviera refiriendo a ello, pero se convence a si mismo que ella nunca podría ocultarle un secreto así. Trata de leer sus pensamientos pero la niebla habitual le corta el paso. Solo pudo sentir que algo la angustiaba, y se pregunta por qué parecía estar desdichada tan a menudo, y trata de levantarle el ánimo ofreciéndole algo de comer, pero ella se niega y le pide guardar la consuelda.
Mientras él está en la grieta, Nimbo Blanco entra en la guarida, que le comenta a Hojarasca Acuática que está preocupado por Carboncilla. Glayino se pregunta si el guerrero sospechaba algo extraño en la aprendiza y notó que Hojarasca Acuática también se había puesto nerviosa por ello. Nimbo Blanco le pregunta si ella está lista para la evaluación, debido a su accidente con su pata. Hojarasca Acuática duda y Glayino lee sus pensamientos para descubrir por qué. Él ve un recuerdo de una estación sin hojas en el viejo bosque. Carbonilla parece delgada, y Glayino siente el frío del lugar. Una joven Hojarasca Acuática se ofrece a traerle algo de comer, pero la antigua curandera le dice que no, que hay que guardarla para los guerreros y aprendices que necesitan tener fuerzas para seguir cazando. Hojarasca Acuática discute con ella, señalando que si el Clan se enferma de tos verde, ella necesitaría la fuerza para cuidar de todos ellos. Carbonilla todavía se opone, maullando que ella no puede ir muy lejos con su pata torcida, especialmente con ese frío, por lo que puede sobrevivir con menos comida que los demás. Glayino puede leer lo que la antigua gata curandera está pensando: que si no estuviera tullida, podría salir a cazar con los demás.
Hojarasca Acuática le responde a Nimbo Blanco, sacando a Glayino del recuerdo, y le dice al guerrero que Carboncilla estará bien. El guerrero blanco sigue preocupado, pero Hojarasca Acuática sigue diciéndole con confianza que su aprendiz está lista, y que nada impedirá que la gata se convierta en una guerrera. Nimbo Blanco le pregunta si quiere ir a comer con él, y ella acepta. Después de que hayan salido de la guarida, Glayino sale de la grieta. Se da cuenta de que Hojarasca Acuática estaba actuando inusualmente alegre, como si estuviera ocultando sus dudas. Glayino recoge otro paquete de fárfara, y camina de vuelta al almacén, esperando que su mentor tuviera razón sobre la herida de Carboncilla.