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Bueno, pero si es nuestro nuevo aprendiz: ¡Zarpa de Fuego!

Rabo Largo burlándose de Corazón de Fuego en El bosque de los secretos, página 149


El siguiente artículo contiene información detallada del capítulo 15 de El bosque de los secretos. Si estás buscando un resumen más corto del libro, por favor mira la cronología.

Resumen del capítulo[]

PdV de Corazón de Fuego[]

Rabo Largo se aproxima hacia Corazón de Fuego mientras éste está comiendo, mofándose de él y llamándolo por su nombre de aprendiz, Zarpa de Fuego. Molesto, el gato rojizo supone que Estrella Azul le ha contado a Garra de Tigre lo sucedido, y éste ha pedido a Rabo Largo que lo supervise, sabiendo que el atigrado claro es el guerrero que menos lo soporta. Con un gruñido, Látigo Gris se incorpora junto a su amigo, dejándole en claro a Rabo Largo que no son aprendices, y que debería tener cuidado con lo que dice. Casi con deleite, el gato continúa burlándose de ellos, y Corazón de Fuego le advierte que si no lo dejan en claro por las buenas, tendrá que desgarrarle la otra oreja.
Esto hace mella en el atigrado, quien recuerda tan bien como su compañero rival la llegada de éste al campamento por primera vez: en ese entonces, se habían enfrentado en una feroz pelea cuerpo a cuerpo, incluso a pesar de las burlas sobre la procedencia de Corazón de Fuego, en ese entonces un gato doméstico de nombre Colorado. Éste había logrado destrozarle una oreja, cosa que sería un recordatorio permanente de su enfrentamiento.
Rabo Largo vuelve en sí, advirtiendo que si se las toman con él, Garra de Tigre se enterará de ello. Corazón de Fuego espeta que valdría la pena el riesgo, y le ordena que nunca más vuelva a llamarlo Zarpa de Fuego. La tensión se disipa un poco y los tres salen a cazar. Rabo Largo pretende actuar como un mentor, indicándoles con superioridad dónde podrían cazar, pero una vez en el bosque, Corazón de Fuego y Látigo Gris lo ignoran. Cuando el joven rojizo está a punto de cazar un pinzón y se encuentra al acecho, Rabo Largo critica mordazmente su técnica de caza, indicando burlonamente que hasta un conejo con tres patas acecharía mejor.
El alboroto del guerrero causa que la presa, advertida, se escape, y Corazón de Fuego se enoja con su compañero; quien vuelve a retrucarle lo mal que caza, y opinando que sólo está dando excusas. El gato rojizo invita a Rabo Largo a demostrarle cómo se caza de verdad, y éste responde que después de tanto alboroto no quedará ninguna presa por allí. Corazón de Fuego apunta que ahora es él quien está poniendo excusas. Látigo Gris aparece, interrumpiendo la discusión con su presencia, y Rabo Largo se aleja, dejando a los amigos en paz para cazar el resto del día.
Ambos logran volver al campamento para el crepúsculo, con una respetable cantidad de presas. Corazón de Fuego toma una ardilla y decide llevarla a la guarida de la curandera, donde se hallan Fauces Amarillas y Carbonilla. Ésta última parece emocionada y atenta, escuchando a la vieja gata. Fauces Amarillas saluda al joven rojizo, recriminándole a su vez el haber alimentado al Clan del Río sabiendo lo probable que era que alguien los descubriera tarde o temprano. Cambiando de tema, la gata comenta que Orejitas tiene las articulaciones agarrotadas y muy doloridas, y que aquello, en su opinión, se debe a que hace poco han renovado su lecho con musgo húmedo.
Abrumado, Corazón de Fuego comprende que la curandera debe de referirse al mal trabajo de Pequeño Nimbo. En efecto, Fauces Amarillas expresa que el cachorro probablemente haya recogido el musgo nuevo sin sacarle el agua de encima. Desconcertado, Corazón de Fuego se pregunta por qué ha pasado ello, si le enseñó a su sobrino cómo sacudir el musgo y dejarlo seco. A pesar de sentirse bastante molesto por el hecho injusto de tener que andar resolviendo los problemas de su pariente como si él fuera responsable de todo, acepta hablar con el cachorro.
A su vez, contempla cómo ha crecido la buena relación entre Fauces Amarillas y Carbonilla, quien parece cada vez más animada, y quien parece sentirse útil y necesaria para su vieja compañera. La joven se adentra a la guarida a buscar unas bayas de enebro, y Fauces Amarillas comenta que Carbonilla es el ejemplo de una gata que sabe lo que está haciendo. Orgulloso por su antigua aprendiza pero decepcionado por Pequeño Nimbo, Corazón de Fuego se va en busca de su sobrino.
No lo encuentra en la maternidad, así que se dirige a la guarida de los veteranos. Allí, halla a Medio Rabo, Centón y Cola Moteada. Pequeño Nimbo se encuentra acurrucado contra el primero, quien le está contando una historia. El guerrero pide hablar con el cachorro, explicando que Fauces Amarillas ha dicho que el gatito estuvo trayendo musgo húmedo para renovar los lechos. Cola Moteada y Centón replican que se trata de una tontería, ya que la curandera ha prestado oídos a las exigentes quejas de Orejitas, quien nunca estaría satisfecho con su musgo y quien ha tenido problemas de articulaciones desde antes de que Pequeño Nimbo naciera.
El pequeño dice a su tío que ha intentado hacer las cosas bien, y el gato rojizo trata de protestar, pero Cola Moteada apunta que Pequeño Nimbo sólo es un cachorro. Sorprendido de que los veteranos defiendan y perdonen al gatito con aquella facilidad, a pesar de lo que haya hecho mal, Corazón de Fuego se retira, no sin antes advertir a su sobrino que tenga mayor cuidado en un futuro.
Ya habiendo cumplido con las tareas de un aprendiz, el joven rojizo se dirige al montón de carne fresca. Allí, nota que Cola Rota está fuera de su refugio de confinamiento, y que Garra de Tigre se halla compartiendo lenguas con dicho gato. Inesperadamente conmovido, contempla la escena, preguntándose si por una vez, el lado compasivo del lugarteniente estaría haciendo alguna de sus muy raras apariciones. Aún sorprendido, Corazón de Fuego no puede hacer más que mirar cómo el gran gato susurra unas palabras al prisionero, quien le contesta con tono relajado.
De súbito, al guerrero rojizo lo asaltan dudas sobre si ha estado en lo correcto todo este tiempo al intentar acusar a Garra de Tigre. Piensa en cómo todos ya conocen el temple fiero y valeroso del lugarteniente en combate, así como la seguridad que lo caracteriza al efectuar sus responsabilidades como tal; aunque también piensa en cómo dicho gato nunca ha sido realmente compasivo, a excepción de lo que está haciendo ahora, preocupándose por Cola Rota.
Abrumado por las dudas, Corazón de Fuego se pregunta si Estrella Azul tendrá razón; si Garra de Tigre no asesinó a Cola Roja en realidad, o si el accidente de Carbonilla no fue más que un accidente en vez de una trampa; si el gran gato tan sólo es un lugarteniente leal y eficaz, tal como parece ser. De inmediato, el joven rojizo se dice a sí mismo que no puede creer tal cosa, y, apesadumbrado, desea liberarse del peso de todo lo que sabe sobre Garra de Tigre.

Personajes[]

Principales[]

Secundarios[]

Mencionados[]

Lugares[]

Errores[]

Referencias y citaciones[]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 Revelado en El bosque de los secretos, página 149
  2. 2,0 2,1 2,2 Revelado en El bosque de los secretos, página 151
  3. 3,0 3,1 3,2 3,3 3,4 Revelado en El bosque de los secretos, página 152
  4. 4,0 4,1 4,2 Revelado en El bosque de los secretos, página 153
  5. 5,0 5,1 5,2 5,3 Revelado en El bosque de los secretos, página 154
  6. 6,0 6,1 Revelado en El bosque de los secretos, página 150
  7. 7,0 7,1 7,2 Revelado en El bosque de los secretos, página 155
  8. Revelado en En territorio salvaje, página 85


Capítulos de El bosque de los secretos
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