“ | Fredo se estremeció, soltando un maullido atemorizado, y hundió las garras en la roca blanda. Audaz se restregó contra él para consolarlo. | „ |
—Fredo al experimentar el relato sobre Solo en Amanecer, capítulo 11 |
Fredo (Original: Fritz) es un pequeño[2] gato blanco y negro con una oreja desgarrada[1].
Historia[]
En El poder de los tres[]
Amanecer[]
- Cuando los gatos de clan atraviesan el poblado de Dos Patas, se encuentran con Fredo, quien reacciona con temor ante los extraños, mirándolos fijamente mientras eriza el pelo. Comienza a retroceder cuando Zarzoso le asegura que no le harán daño, y al escuchar esto, Fredo responde que otro gato también decía lo mismo, y que por ello han tenido graves consecuencias. Tras esto, el pequeño gato sale corriendo y se pierde de vista.
- Más adelante, cuando Audaz presenta a sus compañeros ante los gatos de clan en la guarida abandonada de los Dos Patas; la gata comenta que cree que ya han conocido a Fredo, presentándolo por su nombre. Al ser señalado, el solitario blanco y negro se queda mirando la patrulla de gatos forestales con los ojos muy abiertos; y Zarzoso le pregunta qué creía que eran ellos cuando los vio la primera vez. Fredo no responde, y Zarzoso explica a Audaz que en ese momento, Fredo parecía creer que tenían relación con otro gato. Audaz comienza a contar cómo habían conocido a Solo, quien los unió bajo su supervisión, y Comino comenta que él, Fredo y Manchitas fueron los primeros en seguir a Solo. También, Comino añade que aquel estilo de vida no era nada bueno, ya que Solo casi los mata por ser un descerebrado; y Fredo, aún en silencio, asiente rápidamente para coincidir; moviendo sus bigotes nerviosamente. Leonado se percata de que los solitarios tienen marcas de heridas; en el caso de Fredo, éste tiene una oreja desgarrada.
- Mientras prosigue la conversación, finalmente Fredo se atreve a hablar, apuntando que alguna que otra vez los Dos Patas se acercaron a la guarida, ante lo cual, los gatos están acostumbrados a esconderse. La charla se encamina hacia el evento trágico de la batalla contra los perros y Fredo, estremeciéndose, cuenta que los canes esperan pacientemente a que los gatos salgan de la guarida para perseguirlos. Audaz recuerda a Flora, una gata que fue asesinada por los perros, y Fredo le da un toque en el hombro para apoyarla. Soldado explica el plan fallido de Solo para deshacerse de los perros, y Fredo se estremece, dejando salir un maullido asustado y sacando las garras para clavarlas con nerviosismo en la roca blanda donde está sentado. Audaz se pega a él, dándole consuelo.
- A la mañana siguiente, Fredo es visto durmiendo junto a Comino sobre una de las rocas de aspecto blando en la guarida.